La rutina se ha apoderado de nuestras vidas.
El frio se adueñado de nuestras entrañas.
Ya no amamos el mundo, mucho menos a las personas.
Ya no insistimos...No lo hacemos porque no creemos en lo que decimos, pensamos o amamos...
No insistimos porque los sueños se han esfumado.
Alguien se los ha fumado y se ha quedado con el humo dentro.
La realidad se ha convertido en una pesadilla.
Ya no oramos.
no creemos en la belleza de un futuro.
Hemos olvidado el aroma del presente.
Ya no insistimos...No insistimos porque no nos quedan fuerza para hacerlo, para decirlo, para quererlo....
No insistimos porque no sabemos como hacerlo porque hemos olvidado las razones de la vida.
SE las han llevado sin usar la fuerza por lo tanto que hemos estado acostumbrados a no verla y a no sentir que se nos escapaba de las manos...
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