lunes, 20 de febrero de 2017

Si, aunque no lo crean, yo cocino!

Hace muchos años atrás tenia mucho miedo de convertirme en aquella hacendosa ama de casa que le encanta hacer todo cuanto hubiera que hacer con el mayor gusto, limpiando todo y de buen modo.
Pues aun no me imagino yo haciendo eso a tiempo completo y mucho menos convertirme en tal mujer (no es que no pueda hacerlo o que juzgue aquellas mujeres que lo hagan, yo feliz por ellas si ellas lo son. Yo no seria feliz y a mi si me asusta esa idea pero es un tema mio y no tiene que ver con nadie más).
Sin embargo, desde que estoy en casa con mis actividades de part time y en la busqueda de la libertad financiera, estoy haciendo algunas de esas actividades más que antes jijij Eso si, yo no plancho nada. 
Es necesario que señale que mi esposo siempre me da una mano y a pesar que mi trabajo actual no es de tiempo completo, no quiere que los quehaceres de la casa sean una carga para mi.
Dejando eso de lado, no les negaré que desde que me casé (casi ocho meses) una de las actividades que me agrada de todo el grupo de quehaceres grupo de actividades es cocinar, si, lo leyeron bien: COCINAR.

Lo escribí en mayuscula porque cuando vivia con mis padres, mi mamá se esforzaba mucho para que yo aprendiera, es decir, si me enseño hacer unas cuantas cosas pero en ese entonces la preparación de alimentos no estaba dentro de mis prioridades y yo siempre contestaba cuando ella no veia mi real interes: "Mami no te preocupes, cuando necesite hacerlo ten por seguro que sacaré a relucir todo lo que me enseñaste". Pues realmente sabía a lo que me referia porque hoy por hoy me sirve y mucho.

Lo más lindo de todo esto es que resultó siendo algo muy natural y más que nada me nació desde el corazón. Se que ustedes se dirán "MAro, por favor!", pero es cierto cocino con y por amor a mi esposo y a mi.

Ya hacia tiempo atrás que venia coleccionando una revistitas que un diario de gran circulación sacaba (creo que aun saca, solo que ya no los colecciono), creo que ya estaba dentro de mi plan maestro inconsciente, esto con la intención de hacerle los más deliciosos potajes a mi amado esposo.
Las ganas de preparar algo se incrementaron cuando por fin tuve un espacio mucho más decente para preparar estas delicias(en mi lugarcito de mujer sola y soltera no existía una cocina con todas de la ley porque yo no cocinaba ... por Dios que significaba eso). En realidad, fue mucho más que eso por fin tenia un acompañante dispuesto a saborear cuanto platillo especial podria ponerle delante y más que eso el amor por nosotros motivo a que estuviera dispuesta a seguir pasito a pasito cada una de las maravillosas recetas.
Ya son cerca de ocho meses de tal acontecimiento y he descubierto que: ¡tengo talento... siguiendo las recetas! jiji y soy super feliz comprando los ingredientes los cuales hago de la mano de mi bello esposo, quién colabora y aprende conmigo, preparando todos los ingredientes antes de usarlos, es decir, disfruto del proceso en sí, me deleito con el resultado final y lo mejor de todo es que disfruto alistando la lonchera de mi amado y la mia!!! Termino cansada y extasiada por tantos aromas, texturas y sabores. ¡Me encanta!

Cada día que pasa aprendo algo nuevo y es genial esto porque es una experiencia nueva cada vez, aunque realices la misma receta luego de un tiempo, notarás que ya no eres la misma.
Permitanme invitarlos a darse una oportunidad de seguir una receta y será toda una aventura que de a dos es muchop mas divertida(en ocasiones ) que les traerá satisfacciones, porque no hay nada más gratificante que probar algo sabroso hecho con tus propias manos ó escuchar al amor de tu vida relamerse los "bigotes" o recibir un mensajito diciendo: "Mi vida, que rico estuvo el almuerzo. Gracias!"
Mayor reconocimiento no es necesario. Me ama y valora lo que hago, ¿qué más puedo pedir?

jueves, 9 de febrero de 2017

Estamos...¡Fuera de Puerto!

Terminó enero y junto con el mi trabajo en una institución del estado. Después de varios años trabajando ahí, comprendí que era tiempo de buscar un nuevo lugar para mi. Sin saberlo conscientemente, estaba cansada de dar no solo lo mejor de mi, sino también hacer actividades para recaudar fondos, de no tener el apoyo de la institución y sobre todo, conocedora de lo importante que es el recurso humano, resultar siendo fichitas dentro de un sistema tan grande. Decidí sujetar con fuerza mi carta de no renovación y salir a comerme el mundo nuevamente. Gracias a Dios, comprendí que esta es una gran oportunidad para respirar profundo y reinventarme. Mi esposo me apoyo desde el primer momento, cuando una semana antes le hable de la posibilidad de una no renovación de contrato. Fui incisiva y dije que no volverla a trabajar para una empresa sino que iniciaría la mía. es decir, la nuestra y no pararía para llegar hasta ahí. Ahora estamos emocionados con cuanta ideas surgen sobre el futuro, estamos felices y confiados, Dios no nos ha desamparado y sabemos que no lo hará. Yo desde hoy escribo de nuevo. Una razón de sobra para estar feliz y decir que nuevamente estamos...¡Fuera de Puerto! ¡Bienvenidos!